Custodian en el cementerio la tumba del nene mutilado
ULTIMO MOMENTO
La policía montó una guardia, mientras la fiscal Ana Caro ordenó distintos peritajes. También trabajan en la sala velatoria de Batán
El estremecedor caso del cadáver mutilado del menor que conmovió al país la semana pasada va tomando forma a medida que pasan los días: en las últimas horas se supo que el cuerpo pertenecía a un nene que había muerto días antes en una accidente doméstico. Ahora, la policía custodia la tumba ubicada en el cementerio de Otamendi, mientras la fiscal Ana Caro ordenó distintos peritajes.
Mientras la prensa montó una guardia en el establecimiento sacramental de General Alvarado, donde había sido inhumado el cadáver del chico de 2 años, la investigadora trabajó en la sala velatoria de Batán. Allí, tras el deceso del menor, se realizó una ceremonia en la que según los testigos no hubo irregularidades.
Lo mismo dicen los empleados del cementerio de Otamendi. Uno de los hombres que trabaja en ese lugar afirmó que fue testigo del sepulcro del chico y, con la excepción de las típicas características de la cultura boliviana -nacionalidad de la familia de la víctima-, no se registraron “cosas extrañas”. “Fue un entierro como cualquier otro, normal”, expresó el sepulturero.
Además, informó que él y su compañero, los únicos empleados del lugar, trabajan de 6 de la mañana a 12 del mediodía, y día por medio. Luego, el establecimiento municipal está abierto todo el resto del día, por lo que la profanación de la tumba puede haber ocurrido en horas de la tarde-noche.
El caso se conoció el martes 21 de marzo, luego de que la noche del lunes anterior un hombre hallara el cadáver mutilado y sin órganos sobre la ruta 11, en las cercanías de Mar del Sud. Tras una semana en la que se realizaron distintas diligencias por orden de la fiscal Caro y la SubDDI de Miramar, se supo que el cuerpo pertenecía a un chico que había muerto diez días antes tras asfixiarse mientras comía, en una casa de la zona de El Boquerón. En ese lugar vivía junto a su familia, oriunda de Bolivia, y dedicada a la agricultura.
Este martes, los padres del menor fueron notificados de lo ocurrido, mientras que los empleados del cementerio aseguraron que se enteraron de la noticia por los medios.
Ahora, los investigadores procuran saber quién y por qué retiró el cadáver del cementerio, y el móvil de la mutilación. No descartan la hipótesis de que se haya tratado de un rito.
Fte: 10ahora.com.ar

